Fueron uno detrás de otro: pasos, tras pasos, tras pasos, corres, respiras,corres...
No eres un animal de suburbano y el Sol no es de neón, eso es a lo que te aferras como una verdad inalienable.
Esa gente que dejas atrás, mientras esperan el verde del semáforo que parece no querer llegar, tienen una vida que a lo mejor ni les gusta, pero la viven, error.
¿En qué momento empieza lo extraordinario? Pues a veces en la sonrisa de una desconocida, el abrazo de un amigo cuando estás hecho mierda, el olor del cuerpo al que amas. Lo extraordinario se esconde en los lugares más insospechados, nos lanza un saludo y desaparece.
Es muy tarde y cuando escribo de noche me suelo arrepentir de lo escrito a la mañana siguiente.
Tú corre, como si valiera de algo, gasta suela,descubre las calles.
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